miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Qué tal si lo denominamos frustración?

Sí, la frustración que siente Sarah dentro de paredes sin fin, paredes en las cuales no sabe qué  va a encontrar, en un mundo en el que todo es diferente, nadie en quien confiar, y todo esto con un único fin: rescatar a su hermano de las manos de Jareth, un apuesto y desagradable goblin que gobierna el castillo. La fuerza de Sarah, su valor y el recuerdo que le dejó su madre cuando se fue, ayudó a Sarah en esta aventura.

Me gustó mucho este libro, ya que estuve toda la historia dibujando cada escena en mi cabeza, aun siendo algo extraño. Una larga aventura en la que nadie sabrá ni el principio, ni el final del laberinto.
Ana  2º ESO